martes, 23 de febrero de 2010

Mujer que habitas la celda del burka

Eres flor en clausura. Distantes los trinos al sol y el aroma que el viento dispersa en la dicha de los campos.

Siento pesar e impotencia.

Me duele, sobre todo, que se les niegue a los niños la sonrisa amorosa de sus madres en plena calle.


Foto: Steve Evans

miércoles, 10 de febrero de 2010


En el puente

Ya ves, con cada nuevo encuentro nos alejamos más de aquel pasado que tuvo mucha hiel y poca miel. Son encuentros en mi puente de siempre: yo voy, tú vienes. Sólo que antes éramos únicamente los dos allí parados hablando en tono festivo de nuestros respectivos presentes, sin alusiones nostálgicas por supuesto (¿nos acordábamos de algo?). Ahora somos más: mi pareja, tu mujer y el bebé recién nacido; y charlamos también porque siempre nos hemos saludado con simpatía. Parecemos viejos conocidos más que antiguos amantes (suena sórdido, ¿no?). Tal vez, a fuerza de la costumbre, no nos planteamos lo que fuimos; aunque en ocasiones, mientras nuestras bocas sonríen, tus ojos se ponen tristes. Es un ramalazo, como la angustia en mi estómago ya pocas veces. ¡Queda tan lejos aquel encuentro en que aún me hablabas de tomar una copa juntos!
Ahora, entre risas, yo formulo el deseo de ver a tu hijo correteando por ahí. Así de sencillo (¿lo es?).

Marina Caballero
De Apuntes de un verano.